domingo, 19 de septiembre de 2010

Lluvia

La habitación se ilumina con la luz del relámpago y reverbera en sus paredes el sonido del trueno. Al poco rato ahí está, no se hace rogar, el suave pero firme repiqueteo de la lluvia. Abro la ventana y dejo entrar el frío viento, el olor a tierra mojada. Respiro apoyada en el alféizar y dejo que la lluvia moje mis manos, mis brazos, mi cara, mi pelo... respiro y permito que la lluvia me empape mientras dejo volar los recuerdos y la imaginación. La serie de truenos y relámpagos sigue sonando a lo lejos iluminando el cielo nublado. Esta noche no hay ni luna ni estrellas, sólo una tormenta y mil sentimientos.

1 comentario:

Indefinida e indefinible dijo...

La lluvia en el rostro y el cielo iluminado por los relámpagos.

Una de las cosas por las que merece la pena vivir.

=)