viernes, 30 de mayo de 2008

Cómo llegar a casa

Prepara la maleta. Ropa, libros, neceser, algunos regalos... Por suerte recordaste comprar el candado ayer por la tarde. No dejes las llaves dentro. El portátil en su maletín, los apuntes en la mochila con las galletas y la botella de agua. En el bolso las llaves de la maleta y de casa, la de aquí y la de allí, la cartera (no olvides el DNI), la reserva con el número de vuelo, el móvil, la cámara de fotos, el mp3, las gafas de sol y los chicles, no vayas a marearte. Ropa cómoda, el viaje es largo. Vaqueros, camiseta, chaqueta y deportivas. Nada de joyas, no vayas a pitar en el detector de metales. Pelo recogido y cara lavada. Ya es la hora. Mochila a la espalda, el bolso en un hombro y el portátil en el otro. En una mano la maleta, por suerte con ruedas, y en la otra el billete del autobús.

Llegada a la estación de autobús. Encuentra el bus correcto, es el que va directo, no lo olvides. Deja la maleta, sube, busca tu asiento y acomódate entre el bolso, la mochila, el portátil y la chaqueta. Ponte las gafas de sol y enciende el mp3. Te esperan dos horas y media de camino. LLegada al primer destino del viaje. Carga con la mochila, el bolso y el portátil. No olvides la chaqueta. Baja del autobús y busca tu maleta, que seguro se ha movido y está en el otro lado. Comprueba que es la tuya. Sal de la estación y busca un taxi que te lleve al aeropuerto. A la terminal 2, vuelos nacionales.

LLegada al aeropuerto. Paga el trayecto, sal del taxi con todos tus enseres, espera a que el amable taxista que te ha dado conversación durante todo el camino te saque la maleta y te desee buen viaje. Entra en el aeropuerto y busca el mostrador de facturación de la compañía correspondiente. Mientras haces cola quítate las gafes de sol, guarda el mp3 y saca el DNI y la reserva del vuelo. LLega tu turno. Pones la maleta en la cinta, no sin cierta dificultad, y compruebas aliviada que no supera los 20 kg mientras entregas tu DNI a la trajeada señorita del mostrador y le indicas tu destino. Pides un asiento lo más alante posible y pasillo, a ser posible. Te devuelven el DNI junto con la tarjeta de embarque mientras la amable señorita te indica la letra de tu puerta de embarque, aun no asignada, que tendrás que comprobar en los monitores. Das las gracias y te diriges con todas tus pertenencias y con el DNI y la tarjeta de embarque en la mano al filtro de seguridad. De camino tiras la botella de agua (ya no se pueden pasar líquidos).

LLegas, te recuerdan todo lo que no puedes llevar y aseguras no llevar ninguna botella de agua mientras enseñas la tarjeta de embarque. Pones la chaqueta, el bolso y la mochila en una bandeja. Sacas el portátil de su maletín y dejas ambos en otra bandeja junto con el cinturón, la tarjeta de embarque y el DNI. Compruebas que no llevas nada metálico. Revisas dos veces cada bolsillo y por fin te pones en la cola. Dejas las bandejas en la cinta y te dispones a pasar el detector. Con suerte no pitarás, sin ella tras asegurar que no llevas nada metálico te harán quitarte los zapatos y pasarlos por la cinta (aunque sean deportivas) y volver a pasar. Si vuelves a pitar te pasarán el detector de mano antes de dejarte pasar. Recoges tus bandejas y te diriges a la mesa más cercana. Te calzas, te pones el cinturón, metes el portátil en su bolsa, guardas el DNI en tu bolsillo (te lo pedirán al embarcar) y cargas con todas tus pertenencias con la tarjeta de embarque en la mano. Recorres medio aeropuerto hasta llegar a la zona de embarque indicada en tu tarjeta. Compruebas en los monitores la puerta que te corresponde y te diriges a ella. De camino paras en una máquina expendedora y compras una botella de agua por un precio abusivo. Buscas un asiento libre cerca de la puerta y de los monitores, no sea que decidan cambiarte la puerta de embarque. Dejas todas tus pertenencias a mano y te sientas. Te queda una hora de espera (siempre que no haya retraso). Sacas los apuntes y las galletas y te pones a estudiar.

Empiezan a embarcar. Guardas los apuntes, sacas la tarjeta de embarque y el DNI y te pones en la cola. Entras en el avión (con suerte a través de finger y no de jardinera), buscas tu asiento, pones la mochila, el bolso y la chaqueta en el compartimento de equipajes, el portátil debajo del asiento delantero y te sientas asegurándote de tener el DNI y la tarjeta de embarque (imprescindible si te perdieran la maleta) en el bolsillo. Dejas pasar al pasajero del lado de la ventana, te abrochas el cinturón y esperas el despegue. Cuando las azafatas se distribuyen a intervalos regulares y empiezan las explicaciones de seguridad sabes que queda poco. Una hora más tarde aterrizas en casa. Desabróchate el cinturón, coje el portátil, la mochila, el bolso y la chaqueta y sal del avión. Dirígete a la recogida de equipajes y busca la cinta correspondiente a tu vuelo. Mientras esperas te comes el caramelo que te han dado antes de aterrizar. La cinta empieza a correr. Espera a que salga tu maleta. Si no te la han perdido la recojes, compruebas que es la tuya, y te diriges, por fin, a la puerta de salida. Una vez fuera busca entre el montón de gente una cara conocida.

YA ESTÁS EN CASA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ojalá volara contigo en el avión. una hora junto a ti a kilómetros de la tierra. recuerdas cuando fuimos a madrid? va ser lo millor! y el aterrizaje... te trob a faltar saps? si pudiera ir contigo en el avión tendría aunque fuera solo una hora para decirte todo lo que quiero decirte desde hace tiempo y no me podrias colgar el telefono ni nada porque estariamos aislados del mundo perdidos entre lsa nubes y no te tirarias en paracaidas porque te dan miedo las alturas. las turbulencias siempre acaban pasando. t'estim petita!
Tián